viernes, 21 de mayo de 2010

Por la vida





Corría, su respiración pesada, sin cansancio, corría, tap tap tap tap sonaban sus pies en el asfalto como un relojito apurado, de esos que no existen. Corría, no sentía las piernas, ni los brazos, ni los pulmones, sólo corría, pasaban las casas una tras otra sin detenerse. No eran las casas las que avanzaban, era ella. Corría. Porque cuando corres por tu vida, no hay dolores, no hay cansancio, no hay tiempo. Las luces se apagan, el tiempo se corta, corres aún cuando el aire esté tan denso como el agua.
Se detuvo como un perrito jadeante, a varias cuadras de distancia de su casa. Inspiró una vez y siguió corriendo, pues alejarse de él era lo único que le importaba. Retumbaba su corazón con un eco terrible, como si la habitación en la que se encontraba fuera muy grande, como si su cuerpo estuviera vacío. Corría.
Los Jazmines, indicaba la señal en la esquina de la calle, se apoyó en el poste negro que la sostenía y con el último suspiro que le quedaba dio los pasos finales y llegó a la puerta de la casa de Paloma, su amiga.
-¡Alma!- la abrazó para sostener su cuerpo que se desvanecía, rodeó sus lánguidos brazos, miembros que estaban fríos, pero irradiaban un ardor doloroso, una tibieza que la consumía, la extinguía, pero no la tocaba, calor no es igual a calidez, ella estaba como un cuerpo yerto, desintegrada.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¡Dime qué te pasa!- insistía Paloma con su preocupación de religiosa y sus ojos de gatito suplicante. Entendió que el silencio a veces también cura y cuando lloramos no siempre pedimos un consejo, sino que más a menudo queremos un oído, pues hablarle a la muralla no es lo mismo que hablarle a una amiga, aunque obtengamos muchas veces la misma respuesta. No siguió pidiendo una explicación, sólo hizo entrar a Alma y la condujo hasta el sofá. Se abrazaron y ella lloró.
-Sebastián, intentó…- y nuevamente el silencio dijo más, pues sólo hizo el ademán de levantarse la manga y Paloma siguió con el resto, terminó de descubrir su brazo y cinco dedos marcados en su lívida piel le dolieron a ella misma terriblemente. Paloma la abrazó, sintiéndola casi debajo de su propia piel.
Alma, tenía el dolor de la decepción más grande de su vida enredada en las entrañas, pero fundida en ese abrazo el corazón le reclamaba que pensara en que la amistad siempre es más fuerte, traspasada hasta los huesos estaba plena de su entrega desinteresada, perdía lo que creyó el amor de su vida, pero ese consuelo le producía escalofríos, al borde del llanto, al margen de una sonrisa, exploraba los límites de sus propios límites, en el filo de la desesperación. Pues cuando amigos están de por medio, desaparecen las ganas de ser valientes, porque generalmente prefieres que te salven, estás desnudo, propenso a los daños, al dolor, pero confías, cuando quieres a alguien eres capaz de entregar el corazón sin rejas, ya no corres.

7 comentarios:

  1. Y si algún día yo me quebrara así o tú... también lo esperaría.
    ¿Sabes que pienso?
    Es un cliché, pero que va? es verdad ._.
    Los amores pasan, los amigos quedan.


    Bueno, si pasara algo parecido, yo no dudaría en correr hacia esos brazos para olvidarme por un momento de todo.

    Lo otro, Alma tiene algo que se llama valor y dignidad :)

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  2. :O
    pienso igual k la sol...
    ajaajaj me gusto el enfoque que le diste porque a pensar de que la historia es super triste luego de leerlo te quedas con una buena sensación por el significado de la amistad...

    los nombres tambien tienen un significado en el texto cierto ? o solo invento? xD

    loviu loga :D
    Danny

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  3. Igual... no me llamaría Paloma ni cagando xD. Olvídalo wn... todo el mundo odia a las palomas hoy en día xD y Alma... es como muy espiritual loga Assssiiii... en volá... igual ta' como cuática la vida... no? Cachai en elefante rosao qe pasó recién? .. uufffffffffff... Ómaa.. óma... hermano!.. xD

    Anónimo

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. "(...)No siguió pidiendo una explicación(...)"
    No era necesario: el narrador divino se había agotado explicándolo todo.

    Sé que es una pesadez, pero... falta el aire ante tanto acontecer. Igual me gusta xD.

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  6. Los ojitos de gatitos suplicante no paran de hacerme sonreír: me recuerdan a el "gato con botas". Lo sé, nada que ver el comentario, es verdad]; pero me ha gustado, de eso si no hay duda.

    "tap tap tap tap": una forma en que la naturaleza se comunica: una onomatopeya =O!

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