miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿Para qué?

¿Dónde estás?
¿Y por qué el sol
se ha escondido hoy
más temprano?
¿Adónde vas?
¿Y por qué la luna
brilla diáfana
esta noche?
¿A mi encuentro...?
Cuando el viento
sopla siniestro
sobre mi techo.
¿Entre mis brazos...?
Cuando el rocío
se fragüe en la madrugada.
¿Bajo mi piel?
Para espantar
al grillo que canta
¿Entre mis huesos?
Para adormecer
a la libélula vibrante.